Un artista en la biblioteca. (Documento de trabajo de la biblioteca de Muskiz) (performance en la #biblioteca)

Somos el póster número 11 :-)

En este documento se puede ver el proceso constructivo de la propuesta que queremos presentar en el próximo FESABID 2017.

Estamos utilizando Simplenote, un bloc de notas de código abierto que permite crear y compartir ideas desde cualquier dispositivo y sistema operativo (este documento está siendo escrito y modificado desde un tablet con IOS y un móvil con android; todavía no hemos hecho la prueba desde nuestros ubuntus). Además de su sencillez nos gusta porque, si así se desea, permite publicar colaborativamente y en abierto (sí, cada vez que hacemos una modificación ésta aparece publicada). Si todo va bien la versión definitiva del documento será la del próximo 25 de mayo.

Nos queda la duda de cual es el proyecto, si "Un artista en la biblioteca" o el contarlo como lo estamos haciendo :-)

Un artista en la bibliotecaAlt

Desde septiembre de 2015 hasta junio de 2016 hemos desarrollado la actividad "Un artista en la biblioteca", propuesta que combina(ba) creación artística y realidad aumentada.

Objetivos:

  • diseñar y crear contenido junto a los usuarios
  • revitalizar el uso del espacio físico de la biblioteca
  • desplazar el imaginario
  • sorprender y motivar
  • explorar nuevos servicios multimedia
  • ensanchar y dinamizar los espacios
  • experimentar con las tecnologías de la información
  • difundir empleando nuevos canales
  • hacer del trabajo una experiencia divertida

Diseñar y crear contenido junto a los usuarios

En muchas bibliotecas, además del tradicional “¿Qué podemos ofrecer a nuestros usuarios?” (que ha sido y es el motor de nuestra actividad), empezamos a preguntarnos qué nos pueden ofrecer y, sobre todo, qué podemos hacer junto a ellos.

En la apuesta por la co-creación se agradece la complicidad de esos usuarios especiales y comprometidos que abundan en nuestras bibliotecas.

En Muskiz, entre muchos otros, tenemos a Javi, al que le gusta ojear libros en busca de inspiración y encuentra en la biblioteca un espacio ideal para dibujar y pintar.

Sabedores de que siempre está dispuesto a colaborar le propusimos que nos ayudase a ilustrar una guía de lectura y él, a su vez, nos contó lo que deseaba realizar: un viaje ilustrado a su "geografía mítica". Mes a mes seleccionaría lugares, se documentaría con el fondo disponible y realizaría en la misma biblioteca las ilustraciones de su particular periplo. Quería realizar las ilustraciones en técnicas diferentes (acuarela, óleo, rotulador, bolígrafo, tinta...), agruparlas temáticamente y exponerlas junto a los libros en los que se había documentado. Alt. Al acabar su "viaje" tendríamos material para nuestra guía. Alt

La propuesta de Javi suponía delegar en un usuario la elección del tema, la selección del fondo, el "tempo" de la actividad y que la biblioteca asumiese un rol (importante pero) secundario. La idea nos convenció porque nos permitía poner en valor la importancia de los nuevos agentes culturales y porque suponía un ejercicio de "aprender a dejar hacer".

Fueron muchas las personas que se acercaron a ver los "dibujos" de Javi y muchos los libros que tras estar relegados años entre las baldas tuvieron protagonismo (teníamos que reponer la estantería de la exposición para rellenar los huecos que dejaban los préstamos). Visto el éxito decidimos escanear las ilustraciones y confeccionar unas láminas a modo de guía de lectura. Las láminas seguían un esquema: en el anverso un mapa de la zona, un monumento principal, un personaje y una serie de símbolos y paisajes idenficativos; en el reverso el listado del material bibliográfico. De esta manera se confeccionó una guía de lectura por fascículos que permitía disfrutar del trabajo de Javier mientras este continuaba su itinerario viajero. Para la maquetación utilizamos Easilly, programa con el que nos habíamos familiarizado cuando realizamos la exposición sobre Steampunk.

Alt. Lámina de la India.

Revitalizar el uso del espacio. Desplazar el imaginario

En el tránsito desde “servicios para los usuarios” hacia “servicios junto a los usuarios" el edificio es uno de nuestros grandes activos. Si hacemos caso al cambio de paradigma al que se alude en este congreso -de una gestión de la biblioteca desde el punto de vista de la colección a otra más centrada en los servicios y en la gestión cultural- el metro cuadrado de biblioteca vale más por lo que socializa que por lo que almacena y ,aunque no siempre es fácil encontrar el equilibrio entre necesidades, deseos y realidades, muchas personas nos han comentado que valoran positivamente esa apuesta cotidiana que realizamos por permitir la personalización del uso del espacio en función de las necesidades de cada usuario.

Esta actividad incide en la naturaleza del espacio bibliotecario como plaza pública de intercambio (de comentarios, opiniones, lecturas...) y ayuda a ir desplazando el imaginario de la biblioteca hacia postulados más acordes con un presente en el que la colección debe ir cediendo protagonismo a las personas.

Sorprender y sorprendernos

Para realizar lo que Javier nos había propuesto necesitábamos (re)convertir la biblioteca en taller de pintura y sala de exposiciones. El desarrollo de la actividad fue acogida con total naturalidad y valorada positivamente: muchos de nuestros usuarios nos comentan que al entrar en la biblioteca les gusta verse sorprendidos con algo diferente al esperado menú de novedades y silencio. A nosotros nos gusta observar las miradas de quien se acerca a por un libro y se encuentra con un artista que curiosamente se parece al padre de esa niña que está leyendo en la zona infantil…Como profesionales esta "reconversión" nos permitió difundir un mensaje de gran calado: "cualquier persona puede realizar cosas extraordinarias en la biblioteca y deseamos hacerlas contigo".

La biblioteca y sus nuevos servicios multimedia: curación de contenidos "aumentados"

Internet, los nuevos dispositivos móviles y el almacenamiento en la nube están cambiando los hábitos de consumo de información. El trabajo de Javier, sus ilustraciones, el contenido que propone animan a indagar, a buscar más información, información que nuestra limitada colección cubre muy parcialmente pero que podría ser complementada con objetos digitales (de creación propia o disponibles en la red).

Al empezar a realizar las láminas se nos ocurrió que, además de guía de lectura y reclamo publicitario, podrían servir de engarce entre la información analógica y la digital, entre la biblioteca tradicional y sus nuevos servicios multimedia, entre el espacio físico y el virtual y que podríamos utilizar lo aprendido en nuestra anterior experiencia con la realidad aumentada (batalla de Somorrostro 1874, recomendación de novedades, folleto). A diferencia de lo que nos ocurría en 2010-2011 ahora la mayoría de las personas que se acercan a la biblioteca tienen un smartphone.

Un servicio de realidad aumentada necesita 4 elementos básicos:

1.- Una cámara que capte las imágenes de la realidad que están viendo los usuarios.

2.- Un elemento sobre el que proyectar la mezcla de las imágenes reales con las imágenes sintetizadas (por ejemplo la pantalla de un ordenador, de un teléfono móvil o de una consola de videojuegos).

3.- Hardware de procesamiento para interpretar la información del mundo real que recibe el usuario, generar la información virtual que cada servicio concreto necesite y mezclarla de forma adecuada.

4.- Un detonante que active el proceso de realidad aumentada. Puede ser una imagen que visualizan los usuarios, elementos de localización como los GPS , las brújulas y acelerómetros que permiten identificar la posición y orientación de dichos dispositivos, etiquetas o marcadores del tipo RFID, códigos bidimensionales, o en general cualquier otro elemento que sea capaz de suministrar una información equivalente.

Si analizamos con detenimiento los 4 componentes no es difícil adivinar el porqué de la idoneidad de los teléfonos móviles para usos de realidad aumentada (por defecto implementan los cuatro elementos con mayor o menor fortuna) y también es fácil entender que el papel, al permitir fijar en él imágenes singulares, es un soporte (portable, resistente, económico) muy apropiado para actuar como detonante.

Las Bibliotecas reúnen condiciones óptimas para experimentar con esta tecnología: ofrecen buena cobertura wifi, poseen objetos singulares sobre los que agregar elementos virtuales (que además son buenos activadores de aplicaciones de realidad aumentada), disponen de dispositivos para que los usuarios puedan familiarizarse con los nuevos servicios, personal cualificado y pueden usar aplicaciones gratuitas que no penalizan los recursos económicos.

Es aconsejable que lo que hagamos sea compatible para las dos grandes plataformas del momento (Android e IOS) y que los requerimientos técnicos sean lo más sencillos posibles (evitando imágenes o vídeos muy pesados que exigen una gran capacidad de procesamiento y un ancho de banda del que tal vez no dispongamos). Como siempre para una biblioteca es interesante utilizar tecnologías multiplataforma (al igual que nos sucede con la lectura en pantalla desconocemos qué tipo de dispositivo van a emplear para utilizar nuestros servicios de realidad aumentada).

Recurrir a la realidad aumentada supone, además de conocer y emplear las herramientas que posibilitan el proceso, la realización de un trabajo previo de curación de contenidos multimedia.

La biblioteca como laboratorio

En las bibliotecas usar y experimentar con la tecnología es necesario para entender los procesos de creación y difusión de la información. Usar y experimentar para comprender, comprender para explicar, explicar para formar, formar para alfabetizar, alfabetizar para empoderar digitalmente, empoderar para animar a crear nuevos contenidos que, tal vez, generen conocimiento (sí, nuestro cuento de la lechera particular).

Desde un punto de vista estrictamente tecnológico "Un artista en la biblioteca" nos ha vuelto a poner en contacto con dos herramientas que habíamos empleado previamente (Layar creator y Aurasma) y nos ha ofrecido la oportunidad de observar cómo han evolucionado. Hemos comprobado que en cinco años han mejorado considerablemente en cuanto a experiencia de usuario (tanto para el creador como para el consumidor) pero creemos que aún necesitan un mayor desarrollo para llegar a su madurez.

Nuestra opción inicial fue Layar porque permite definir diferentes objetos de una lámina (en las láminas podemos asociar cada dibujo significativo con un objeto) y reconoce muy fácil todo el conjunto (de tal manera que un simple escaneo nos da acceso a toda la información) pero desafortunadamente ha dejado de ser gratuita y además limita el tiempo en que se encuentra operativo. El precio es asequible (3€ página/mes) pero el proceso de activación del servicio pone al descubierto que las bibliotecas todavía no estamos preparadas para los procedimientos de pago que se demandan actualmente. Alt Alt

Láminas originales (izquierda) y "aumentadas" con Layar(derecha).

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Panel de Layar

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Panel explicativo

Vistas las complicaciones con Layar (es curioso como nos podemos ahogar en un vaso de agua) decidimos emplear Aurasma, herramienta que también ha mejorado mucho en estos años (ahora su empleo es más sencillo y fiable) y, de momento, sigue siendo gratuita. El único requisito tanto para crear como para acceder a los contenidos es instalar la app y darse de alta. A diferencia de Layar tendremos que hacer la lectura objeto por objeto para iniciar el proceso (por eso nos parece más interesante para exposiciones de piezas/objetos individualizados). Nos gusta que permita encadenar sucesos (por ejemplo podemos hacer que cuando reconozca el objeto abra la foto "x" y al de 5 segundos redireccione a la página "y" o que lance una página aleatoriamente entre un grupo que hayamos seleccionado previamente...muy interesante para hacer un oráculo de recomendaciones de lectura). Si te interesa ver lo que esconden las imágenes que están a continuación busca al usuario "bibmus" de Aurasma y suscríbete a su canal.

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Aurasma (usuario bibmus)

Difundir empleando nuevos canales

Para aumentar la difusión de la actividad decidimos crear una página con Genialy, herramienta que gracias a su gran impacto visual nos permitió transmitir parte de nuestro entusiasmo desde una pantalla. Su curva de aprendizaje no es muy elevada y los resultados han sido muy satisfactorios.

Durante los meses que duró la actividad, cada vez que avanzaba el viaje, fuimos difundiendo el cambio de destino en nuestro grupo de WhatsApp. Informar a través de una pantalla pequeña te obliga a sintetizar los mensajes y a adaptarlos. Informar a "tiempo real" es junto al wifi abierto uno de los servicios mejor valorados entre nuestros usuarios.

Resultados

La concepción, desarrollo y culminación del proyecto "Un artista en la biblioteca" no ha dejado indiferente a nadie en nuestra biblioteca. Podríamos decir que hemos tenido más usuarios presenciales, más vistas en nuestra web y que han aumentado los préstamos (todo ello cierto) pero no sabemos si es atribuible al desarrollo en concreto de esta actividad o a la paciencia que demuestran los usuarios ante nuestra peculiar manera de encarar el día a día que hace de la biblioteca un espacio agradable y familiar.

Javi es una persona (más) popular, y cada vez tenemos que esforzarnos más para sorprender a quien se anima a venir a la biblioteca.

Hemos "exportado" nuestro modelo de trabajo al museo Ferrería de El Pobal que ha incluido entre sus actividades un [taller] (https://www.youtube.com/watch?v=DVOik_Qwo8U) que imparten Javi y Aiala. No hace falta que apuntemos que va sobre dibujo.

Nos lo hemos pasado muy bien

Coste de la actividad

  • planchas de metacrilato (unos 125 €)
  • pago de 9 € en Layar (que realizamos a título particular) para tener operativas unas páginas.
  • Unas cuantas horas de trabajo detraídas a labores importantes pero no imprescindibles :-)

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Categoría

Bibliotecas en poblaciones entre 5.000 y 100.000 habitantes (Muskiz, 7200 habitantes)

Equipo de trabajo: nombres, puesto de trabajo y tareas asignadas

  • Javier Gandarillas, usuario. Impulsor y motor creativo de la actividad. Ha realizado la selección de las lecturas, la prescripción de los lugares, las ilustraciones y el montaje de la exposición.
  • Inmaculada García Contreras, bibliotecaria. Comunicación con Javier, escaneado de ilustraciones, diseño de láminas y montaje de la exposición.
  • Aiala Cítores, dinamizadora de biblioteca. Comunicación con Javier, escaneado de ilustraciones, diseño de láminas y montaje de la exposición.
  • Fernando Juárez, bibliotecario. Muñidor, cómplice necesario (ha dejado hacer sin inmiscuirse) y prescindible. Realidad aumentada. Experimentación digital.
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